domingo, 25 de mayo de 2008

"Dis-moi oui"


Ese era el nombre del último anillo de compromiso de la princesa Diana. Hay algo en las historias de amor, que las hace parecer cuentos de hadas. Cualquiera sea la "estirpe" de los enamorados, sean verdaderos príncipes o sean mendigos de tomo y lomo.

Hoy, como todos los domingos, llegó el mercurio de Santiago. ¿Yo qué hice?, lo mismo de siempre con los diarios de papel (porque con los electrónicos, no tiene caso). Me puse a buscar desesperadamente en el diario algo que no fuera política, economía, farándula... nada que gritara "hola!, soy yo, lo mismo de siempre".

Fue así como llegué al suplemento "Domingo", que más de una vez me ha invitado a soñar, a viajar lejos de donde la mente me tiene enfrascada cotidianamente. Fue así como llegué a la última página del suplemento, y encontré un artículo muy curioso: En el espacio llamado "Chile Top Ten", el artículo se llama <10 rincones donde pedir matrimonio>**. Notable. El encabezado reza: "Son sensuales, son discretos, son los mejores lugares de Chile donde pedir un sí. ¿Alguien lo duda? Chile es un país romántico (al menos, uno con récord de novelas rosa leídas) y éstos son los sitios que convendría visitar antes del gran viaje al altar".

Antes de echarle una mirada a la enumeración, no puedo evitar preguntarme: ¿Es Chile un país romántico? Me atormenta el tema. No hace mucho conozco en persona a Don Romance, pero lo cierto es que no me queda claro que seamos un país de románticos. ¡Que no se malinterprete! A mi no me ha faltado, pero sé de muchos (y muchas) que nacen con el romance mutilado. ¿Es Chile un país de románticos? Quizás eso explicaría porqué la gente se sigue casando... y quizás también explique el que tantos estén en proceso de divorcio, o ya divorciados.

Y bueno. Los "rincones" son: "Llifén" (en el Lago Ranco), Playa Corazones (al sur de Arica), Roca de los enamorados (Constitución, cuenta la leyenda que "cada vez que una pareja de novios o pololos cruza tomados de la mano el denominado “Arco o Roca de los Enamorados”, ubicado cerca de la piedra de la Iglesia de Constitución, siente un gran hechizo de amor. Tal fuerza los motiva que en el transcurso de un año contraen matrimonio. Los que así lo hagan, aunque se han visto unos desilusionados, enviando furiosas miradas al imponente “Arco de los Enamorados” y se casen derivados de esta mágica circunstancia y tendrán una familia muy numerosa y robusta y serán felices toda la vida…"), Ahu Tahai (en Rapa Nui), Playa de los Enamorados (Quintero, al lado de la playa Las Conchitas), Aeropuerto de Santiago (Pudahuel, R.M.), Ventisquero Francés (Torres del Paine), Mirador Atkinson (Valparaíso), Hornitos (a 93 Km. de Antofagasta), y por último, el Cerro la Campana (1 Km. al noreste de Olmué).


La enumeración es notable y, en lo personal, muchos de estos lugares me quedan a poco tiempo de casa, sea en tren, micro o bus. Sin embargo, creo firmemente que lo más importante es sacarle el sí a la persona, teniendo a la vista todos los méritos del proceso (sorry! Se me sale a veces :P). Y màs que el "SÍ", es lo que viene después, que parece que es más difícil.


Si bien el lugar es un bonito detalle, no pasa de ser eso: un bonito detalle. Sea en un terminal de buses, o en el estacionamiento de un supermercado, tiene que ser conversado previamente. Acordado como el más intrincado de los TLC. Es la única forma de no caer en formalismos, que a veces nos hace tanto mal.
Y como dice Adele, "I could hold you for a million years, to make you feel my love".

** Artículo de Sergio Paz.

1 comentario:

Claudeia dijo...

Tenemos el telon de fondo, pero nos faltan los protagonistas. No tengo mas que decir.

 
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