Mes del mar.

En el último día de abril, me atrevo a decir:
¡¡¡Y se fue abril!!! (por fin!). El mes "limbo", por excelencia. No es marzo ni mayo... es un mes con poca personalidad.

Llega mayo, con 2 feriados perpetuamente aferrados a él. Y no es que los necesite (al menos no este año, en vistas y considerando que ya son 2 semanas de paro, y que de todas formas los fines de semana tienen poquito más que 2 días para mi), pero marcan la personalidad de este mes.

El 1 de mayo es el día del trabajador. Mi señor novio lo vivirá en la plaza de la revolución (La Habana, Cuba), donde siempre es algo interesante, y que rescato no con fines ideológicos, sino más bien históricos y culturales... por lo demás, creo que todos ya sabemos qué va a ocurrir el 1 de mayo por estas latitudes (piedras, lacrimógenas, carabineros - no precisamente desfilando por las calles -, etc.).

Por su parte el 21 de mayo, es toda una institución (nos guste o no): desfiles de colegios, de las instituciones armadas, etc. Solía molestarme en demasía la parafernalia de la fecha... sin embargo - llámenlo adultez, madurez o vejez, como más les acomode - he llegado al convencimiento de que estas cosas son necesarias. Y es que a nadie le interesan las inclinaciones sexuales de Arturo Prat Chacón, ni los cahuines que se desempolvan de vez en cuando. Lo cierto es que las celebraciones (por marciales que sean), muestran el carácter de una nación. Creo que cuando los antiguos griegos hablaban del hombre como animal social, aludían a esta necesidad de pertenecer a un grupo. Je suis chilienne... y ¿de qué se trata ser chileno? Estoy convencida que de mucho más que ir a llorar a las eliminatorias para los mundiales de fútbol (JA!), o de añorar el 18 de septiembre... Ser chileno tiene mucho más que ofrecer que eso. "Ese mar que tranquilo te baña**" dice mucho. Al menos, desde el jardín infantil, la tía Laura y la tía Raquel hacían todo un festín marino para explicarlo. Por ahora, una canción: "Beyond the sea", con Robbie Williams en una onda swing que me agrada mucho. ¡Ah! Y no lo olviden: LOS PECES SON AMIGOS, ¡¡¡NO COMIDA!!!



** No pretendo hacerme cargo en este apartado de los conflictos internacionales relativos al dominio marítimo del Estado de Chile. Eso puede ser harina de otro costal.