Cuando estaba en el colegio, las cartas de amor eran un tema.
Me explico.
Siempre he enviado y recibido cartas de amistad, desde chica, cuando nos enviamos alguna que otra correspondencia con mis primas de Arica y de Temuco... ALGO.
Pero cuando empecé a adentrarme en esta dinámica de las relaciones amorosas, parada obligada en aquel tiempo era el de las cartas de amor. Y es que el romanticismo que implica que alguien se de el trabajo de elegir palabras para una, y que busque el modo más adecuado de plasmarlas, vale - sin duda - mucho más que regalos, por costosos que sean.
Durante la misma época, las experiencias con "cartas de amor" son jocosas anécdotas que vale la pena omitir.
Si fuera el "Chavo del 8" diría que "sin querer queriendo" ha habido una época de mi vida en que he enviado y recibido cartas de amor todos los días. Desde el 9 de septiembre de 2007 y hasta el 20 de julio del 2008, no sé cuantos cientos de cartas envié y recibí... vía email - lo que le resta considerablemente romanticismo, lo que (según creo) las circunstancias en que se desenvolvió esta historia son atenuantes en dicha resta -.
Por estos días me dispongo a escribir con lápiz y papel una carta... de amor, obvio. Y debe ser algo de pánico escénico, pero de empezar, sólo sé que se inicia con el comienzo... nada más.
¿Carta?
JA!
perdón.... ¿Canción? "The letter" de James Morrison (video con letra abajo)
sábado, 18 de abril de 2009
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